Principios de negocio

Estrategia, transformación y crecimiento son conceptos integrales pero diferenciados, porque abordan aspectos distintos y cuyos actores pueden ser muy diferentes en relación con el éxito de una organización. La estrategia proporciona dirección y enfoque, la transformación permite la adaptación y la evolución, y el crecimiento impulsa la expansión y la creación de valor. Al combinar estos elementos de manera efectiva, las organizaciones pueden lograr una diferenciación sostenible, mantener la relevancia en el mercado y asegurar el éxito a largo plazo.

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Diferenciar y explorar los conceptos básicos de estrategia, transformación y crecimiento es importante; porque es la base que ayuda a la empresa a posicionarse para el éxito a largo plazo. Una estrategia efectiva juega un papel decisivo en la diferenciación y sienta las bases de todo proceso de gestión del cambio. La transformación debe tener un alcance más amplio que la optimización de los rendimientos financieros, dado que las tendencias de mercado pueden cambiar repentinamente, provocando una erosión de las ganancias en pocos años. Debemos plantear la estrategia y posterior gestión del cambio de manera integral para garantizar que una empresa se posicione para el éxito a largo plazo. Esto es distinto de la aceleración del crecimiento, entendido como la mejora en la tasa de ingresos en relación con los promedios de la industria durante los cinco años posteriores al lanzamiento de una transformación. Por tanto, se compara la tasa de crecimiento de la empresa en relación con los demás contendientes de mercado, antes de las decisiones estratégicas, la gestión del cambio y la implementación de tácticas de crecimiento.

“Nueve de cada diez empresas fracasa cuando se trata de transmitir una visión única de futuro que alinee a todos sus interlocutores. Fallan al documentar visión, priorizar acciones y asignar recursos de manera efectiva a falta de un razonamiento del por qué de la misión y de un propósito sólido.”

El desarrollo funcional y la sostenibilidad del negocio dependen de una estrategia eficiente ya que su correcta ideación genera oportunidades, por el contrario; omitir validar e implementar una estrategia puede generar problemas subyacentes. La tendencia inequívoca y los resultados demuestran que las empresas que ponen el propósito en el centro de su estrategia y a las personas en el centro de sus procesos de transformación, tienen más probabilidades de lograr un crecimiento por encima de la media de su sector. Igualmente, las tácticas de crecimiento exitosas requieren de impulsos de valor claros. Se trata de la constatación constante de estar trabajando en la dirección correcta mediante una progresión de micro logros que finalmente conducen a un objetivo más amplio. Además de una alineación de liderazgo consistente y el contexto organizacional adecuado.

Estrategia requiere de una visión que van más allá del desempeño financiero, ya que define la visión y los objetivos de una organización, por tanto, determina las razones de decisiones futuras. Para tener éxito, los líderes deben comprender la posición de su organización en el mercado, poner al descubierto los puntos ciegos y oportunidades de negocio adyacentes. Implica asignar recursos, priorizar proyectos y el desarrollo de las competencias necesarias. Engloba repensar la cultura corporativa, los modelos mentales y el propósito de la visión; todos componentes integrales de una estrategia eficaz. Igualmente, importante es la generación de ideas para la creación de valor para empleados, clientes y proveedores. En esencia son las sinergias que crean valor para la empresa, pero también para los empleados, clientes y proveedores.

“Casi la totalidad de las juntas directivas omiten tratar temas relacionados con la estrategia de empresa y tan solo uno de cada dos invierte menos de una hora al mes. Actúan en respuesta a las situaciones de negocio según se suceden en vez de ser decisiones que sustentan los objetivos de una estrategia”

Estrategia se refiere a los modelos mentales en base al cual se toman las decisiones generales o al enfoque que adopta una organización para alcanzar sus metas y objetivos. Implica medir los avances con respecto a los resultados de la asignación de recursos, la diferenciación de la competencia y la generación de valor para el cliente. Proporciona una dirección que guía a todos los integrantes de una organización en la dirección correcta; es facilitadora de una toma de decisiones informada. Una estrategia bien definida y efectiva diferencia a una organización de sus competidores, identifica nuevas oportunidades y es la base para superar desafíos. Sin una estrategia clara, las organizaciones tendrán dificultades para definir su propósito, tomar decisiones coherentes o adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado.

Antes de embarcarse en una iniciativa de gestión del cambio y obtener sus beneficios, deben estar determinados los objetivos estratégicos que se están tratando de alcanzar. Consiste en trazar e implementar un plan con prioridades claras. Menores costes operativos. mayor productividad y satisfacción del cliente son consecuencia de una estrategia bien diseñada e implantada por medio de la gestión del cambio.

Transformación implica cambios fundamentales y significativos por los que pasa una organización para adaptarse al cambio, evolucionar o mejorar su modelo de negocio, operativa y/o cultura. A menudo implica repensar y rediseñar los procesos mentales, adoptar nuevas tecnologías, fomentar la innovación y desarrollar nuevas capacidades. Desde que surgieron las organizaciones empresariales, estas tuvieron que transformarse continuamente para seguir siendo relevantes y competitivas. La transformación permite a las organizaciones abordar o materializar los cambios del mercado, aprovechar las tendencias emergentes, optimizar la eficiencia y mejorar la experiencia del cliente. Permite a las organizaciones adaptarse a las demandas cambiantes de los clientes, la dinámica de la industria y los avances tecnológicos. Sin la transformación constante, las organizaciones pueden terminar por estancarse, perder momento o eficacia e incluso, terminar gestionando un negocio obsoleto.

Crecimiento o desarrollo de negocio da lugar a un aumento de valor e ingresos, engloba procesos de toma de decisiones tácticas en respuesta a las exigencias de la gestión de negocio. El crecimiento se refiere a la expansión o aumento del tamaño de empresa, sus ingresos, la participación de mercado o la rentabilidad en el transcurso del tiempo. Son todas las tácticas diarias y los experimentos que ponen a prueba las hipótesis o la visión estratégica. El crecimiento consiste en la puesta en práctica de acciones cuyo objetivo es escalar, crear valor y mantener el éxito. Se refiere a la aplicación de estrategias de entrada en nuevos mercados, desarrollo de productos o servicios, expandir la base de clientes o materializar fusiones y adquisiciones. Permite a las organizaciones capitalizar economías de escala, lograr eficiencias operativas, atraer inversiones y crear valor para los accionistas. El crecimiento es la ratificación de una estrategia eficiente y una transformación bien implementada. Logra que las organizaciones sigan siendo competitivas, atraigan el mejor talento y disponga de recursos para reinvertir en innovación. Se trata de eliminar o capitalizar recursos innecesarios o redundantes para dar paso a actividades con mayores oportunidades de éxito.

ORGANIZACIONES MAGNÉTICAS

Cuando las personas prosperan, crean un campo de atracción de valor.

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