El modelo de corporación sigma

Cada vez más empresas se guían por un propósito, son conscientes del impacto que ejercen en la sociedad y de su legado. Entienden que el éxito empresarial cada vez depende más del ingenio humano y de su capacidad de monetizar la tecnología. Su cultura está marcada por la premisa: “anteponer a las personas, antecede siempre, a la obtención de mejores resultados”. Ponen el foco de su actividad en establecer relaciones sólidas con todos sus interlocutores y en forjar una cultura distintiva. Lograrlo requiere captar, desarrollar y retener un nuevo perfil de profesionales por medio de una cultura corporativa que es completamente diferente.

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Curiosamente o quizás no tanto, si preguntamos al personal de una empresa que señalen cuales son los lideres con un perfil alfa, no tendrán problemas en identificarlos. Sin embargo, al preguntar por los lideres con un perfil sigma, con total certeza, se encogerán de hombros, dejando la pregunta sin respuesta.

Lideres sigma son transgresores, evitan las normas, son catalizadores del cambio o los primeros en adoptar nuevos avances. Profesionales que disfrutan de situaciones complejas. Son los maestros en la reingeniería, innovación y la creación de nuevos modelos de negocios. Los lideres de culturas de empresas sigma se distinguen por su asertividad o un estilo de comunicación que reduce el riesgo de que se generen conflictos.

Lideres alfa son maestros en la ejecución, eficiencia y la optimización de los modelos de negocios existentes. Líderes que se distinguen por su autoconfianza y un estilo de comunicación directo de marcada presencia. Suelen ser carismáticos e inspiran a sus seguidores por su determinación. Un perfil profesional dominante que buscan ejercer el control y la autoridad en su grupo o equipo. Culturas corporativas alfa suele ser tradicionales y burocráticas.

CUANDO LOS LÍDERES FALLAN, LAS EMPRESAS SE DESMORONAN

Los resultados empresariales están determinados por los directivos que gestionan y dirigen las empresas. El cambio y las transformaciones de empresa pasan o requieren aventurarse en un territorio psicológico desconocido, muchas veces incómodo, un lugar en el que los lideres deben ponerse a prueba.

Los lideres de la presente década deben tener la capacidad de proporcionar una visión y dirección claras, además de contagiar la confianza; en respuesta a la incertidumbre marcada por el cambio. Deben tener la capacidad de motivar a otros a seguir su ejemplo de superación constante además de contagiar una visión y su propósito. La tecnología es omnipresente, por ello las organizaciones deben fomentar una cultura de innovación, creatividad y experimentación constante. Deben tener la capacidad de desafiar los modelos de negocio establecidos en su sector.

Existen diferentes estereotipos en cuanto a las personalidades alfa y sigma extrapolables a los modelos de liderazgo. Estilos de liderazgo que marcan los valores y maneras de hacer las cosas en una corporación, por tanto, determinan los resultados. Todas las consultoras de gestión sugieren que las organizaciones que mejor están posicionadas para liderar la presente década son aquellas que están preparadas para el futuro. Se trata de organizaciones agiles con capacidad de adaptarse a un entorno cambiante. Deben tener una cultura de innovación y colaboración además del conocimiento que les permite aprovechar las tecnologías. Estas organizaciones también deberían tener un enfoque centrado en las personas.

Es difícil imaginar una corporación sin líderes alfa, sin embargo, nuestro tiempo está marcado por un estado de crisis constante y una incertidumbre creciente. Un entorno empresarial en el cual cuanta más presión siente un líder alfa, más tiende a cambiar su estilo de liderazgo de constructivo y audaz a intimidante o incluso abusivo. Al contrario, el autoconocimiento del líder sigma le permite mantener el control emocional y de la situación.

Lideres de perfil alfa: representan alrededor del 70% de todos los altos ejecutivos según un artículo publicado en Harvard Business Review “Coaching the Alpha Male”. Son líderes innatos, que asumen la responsabilidad de manera natural. Tienen una visión clara y estratégica del negocio con capacidad de tomar decisiones rápidas y asumir riesgos. Lideres alfa son audaces, pero a la par controladores. Son un gran activo en organizaciones burocráticas, pero son lideres que tienden a resistirse al cambio y obstaculizan la innovación.

Lideres de perfil sigma: son un valor en auge acorde con la información que circula por la red. Son personalidades poco frecuentes o tan excepcionales como los unicornios, quizás el 1% de los humanos se ajustan a este tipo de perfil y muy pocos asumen roles de liderazgo. Son personalidades que tienen las cualidades y capacidades de liderazgo, pero se distinguen por no ambicionar el poder. El autoconocimiento y el desarrollo personal son sus mayores fortalezas. Son inconformistas y rechazan las normas, esto hacen de ellos grandes innovadores, pero son incompatibles con modelos de gestión burocráticos.

El auge de las máquinas ha provocado que el ingenio humano sea un valor en alza y en competencia. El avance tecnológico impulsa un nuevo tipo de organización caracterizado por la inteligencia colectiva. Se trata de la colaboración humanos con la inteligencia artificial o de un grupo de personas cuyo esfuerzo cognitivo colectivo, resuelve problemas cada vez más complejos. Un escenario en el que la ventaja competitiva está determinada por el nivel de ingenio y la capacidad disruptiva del liderazgo. Una dinamización que afecta a todas las industrias y que requiere de un arquetipo de líder con capacidad de pensar alejado de los convencionalismos, para dar paso a innovaciones significativas.

La neurociencia nos ha ayudado a comprender que los estilos de liderazgo abusivos generan estrés provocando que se bloqueen las funciones cognitivas. Personas con altos niveles de cortisol, la hormona producida por consecuencial de estrés, obtienen peores resultados en pruebas de memoria, organización, percepción visual y atención. Difícilmente una organización logrará afrontar la incertidumbre e innovar, si sus líderes con su comportamiento ante situaciones de complejas generan un alto niveles de estrés entre sus equipos.

TODO CAMBIA, LAS EMPRESAS TAMBIÉN DEBERÍAN HACERLO.

Temas como filosofía y estilo de vida, superación personal, estrategia para el éxito, relaciones, bienestar físico y psicológico… están en la mente y agenda de profesionales que representan el mejor talento humano del que las corporaciones pueden disponer. Lograrlo requiere culturas corporativas distintas con la capacidad de maximizar el potencial de estos profesionales.

Corporaciones de tipo alfa, tienden a dominar los rankings de sus mercados. Sus directivos suelen administrar sus organizaciones con mano de hierro y toman decisiones audaces impulsando el desempeño empresarial. Esto viene muchas veces a expensas de la iniciativa, creatividad y en última instancia de la innovación, algo que debería de preocupar dadas las crecientes oportunidades o nuevas maneras de competir que ofrece la tecnología. Son empresas jerárquicas cuyo potencial y límites dependen tanto de la capacidad como de la habilidad de sus lideres. Se guían de ejercicio en ejercicio por marcadores económicos, innovaciones, expansión u otros puntos de referencia. El foco de sus juntas directivas es lograr los mejores resultados de cara al accionista, para ello utilizan como factor determinante la rentabilidad sobre el capital o económica. Empresas competitivas que se distinguen por mantener el foco en un crecimiento constante y obtener resultados. Muchas veces responden a la tradición y excelencia marcadas por una gestión basad en la constancia y el control.

Corporaciones de tipo sigma, se caracterizan por un enfoque más innovador y su capacidad de adaptación a los cambios inesperados o bruscos de mercado. Sus líderes fomentan un ambiente en el que la creatividad y la iniciativa son valoradas. Su gestión adhocrática las hace agiles y les confiere la capacidad de formular soluciones disruptivas. Fomentan la colaboración, la comunicación abierta y analizan ideas por muy contrapuesta o dispares que sean. Sus juntas directivas más allá de maximizar los beneficios para los accionistas a corto plazo consideran factores como el desarrollo profesional de las personas que en ellas trabajan, así como el impacto en el entorno. La importancia del propósito supera a la de su cuenta de resultados. Son organizaciones en las cuales para las personas es más importante su desarrollo personal que el económico. Personas que anteponen quienes son y que representan a las recompensas económicas.

ORGANIZACIONES MAGNÉTICAS

Cuando las personas prosperan, crean un campo de atracción de valor.

¡Nada es más fascinante que el éxito!